domingo, 11 de diciembre de 2022

Este año ha sido espectacular.


La Euskal denda supera todas las expectativas y atrae a 33.171 visitantes, una cifra record para esta cita

        Cinco días de feria y 33.171 visitantes, ese es el resumen que cierra el círculo de 26 edición de la Euskal denda. Con estos números, la cita con la artesanía en Durango, durante el puente de diciembre, ha regresado a los tiempos prepandemia. “Son unas cifras magníficas. El flujo de gente ha sido constante y eso ha redundado en poder ver a placer los trabajos de los artesanos/as y comprar con comodidad”, aseguraron los portavoces de la organización, la Asociación para el Fomento de la Artesanía Tradicional, Arbaso.

         Tras la pandemia, esta año ha sido el primero que se celebra sin restricciones, aunque en el caso de la Euskal denda, siempre hay un aforo, al estar ubicada en un recinto cerrado, como es la plaza del mercado. En ese sentido los promotores del evento son exquisitos y rigurosos con los números y en caso de que se llegue al límite de aforo, no se deja entrar a nadie.

         Por días el miércoles, jornada inaugural, pasaron 4.298 personas, el viernes, laborable 5.787 y el domingo se acercaron 4.139 personas. Los días más potentes, con un mayor número de visitantes, coincidieron con los festivos, el jueves se acercaron a la feria 11.089 personas y el sábado 7.758. La suma de estos registros se eleva a 33.171 visitantes, lo que pone en lo más alto la concurrencia de esta edición.

        Por supuesto, todos estos números se han extrapolado a las ventas. “Todos los artesanos/as han vendido bien. No ha habido nadie que haya destacado sobre otro/a. De hecho, hay público para cada uno de los asistentes a la Euskal denda y es estupendo ver que todos/as están satisfechos. Algo que da al sector nuevas altas y bríos para afrontar el futuro”, esgrimieron los promotores del evento.

        La Euskal denda ha acogido a un total de 51 artesanos/as provenientes de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi y Nafarroa. Mismo número de profesionales que en ediciones anteriores, pero con 14 firmas novedosas, lo que supone una renovación del 28% de la feria.

        En cuanto a los sectores el textil se ha erigido con el mayor presencia con 11 artesanos/as. No han faltado segmentos habituales como la joyería, el cuero, la bisutería, la cosmética, la madera, la cerámica, la muñequería, los juguetes, el deporte vasco, el macramé, la serigrafía, la transformación de calabazas o la de flor seca. Sin olvidar el sector agroalimentario, con turrones, miel, pates, quesos o dulces y caramelos.

        Tras estas maratonianas jornadas, Arbaso tiene ya la mirada puesta en la edición número 27, con el objetivo de que estos números se repitan y vengan a respaldar a unos profesionales que se dejan la piel en cada uno de sus productos.


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